ACUÍFEROS VIVOS aprovecha el día mundial del agua para recordar los problemas hídricos de la provincia y para anunciar la celebración de la VII Fiesta Andaluza del Agua.
La Plataforma almeriense ACUÍFEROS VIVOS hace en el día mundial de agua un resumen de los problemas hídricos que padece Almería que se mueve entre sobreexplotación de los acuíferos y sobreoferta de agua desalada, entre ríos secos y nuevos “humedales” que inundan zonas agrícolas. Aprovechan este día también para anunciar la VII Fiesta Andaluza del Agua de la Red Andaluza Nueva Cultura del Agua que se celebra los día 1, 2 y 3 de Abril en Almería.
Cuando hablamos de Almería, muchos veces se nos viene a la cabeza la imagen del desierto y de la escasez de agua. Almería es una de las zonas más áridas de sureste peninsular y esto ha obligado a sus pobladores a tomar las medidas necesarias para utilizar bien ese escaso recurso. Las prácticas agrícolas tradicionales son un claro ejemplo de lo que debe de ser la gestión del agua y del territorio en una zona árida, con la finalidad de aprovechar al máximo los recursos suelo y agua, indispensables para la agricultura, sin la cual no hay nada. La llegada de nuevos tipos de agricultura intensiva, los invernaderos, han desarrollado modelos de ahorro y gestión del agua que son modelos a seguir en todo el mundo.
En la actualidad, debido a las políticas de ahorro, reutilización…, y a la utilización de nuevas tecnologías, como la desalación, la escasez de agua ha dejado de ser un problema, el problema lo es ahora el precio del agua que deben de pagar los usuarios. El agua que cae del cielo, o la poca que discurre por los ríos que es captada para usos humanos es prácticamente gratis, pero en el momento en que tenemos que utilizar tecnologías con elevados consumos energéticos, motores, desalación,… los costes del recurso aumentan. Se podría establecer una relación en que cuanta más tecnologías tengamos que utilizar para conseguir el agua, mas energía habrá que consumir y más caro será el recurso. Y la normativa europea plantea que los usuarios tienen que pagar por el coste real del agua.
Si como decíamos el problema de la escasez ha desaparecido, aún hay muchos problemas pendientes de resolver.
La mala planificación de la oferta y la demanda ha supuesto que se haya creado un exceso de oferta de agua desalada, cuyo resultado final es el aumento del precio del agua. Las desaladoras que se han construido no funcionan con toda su capacidad por lo que el agua que producen puede llegar a alcanzar unos precios superiores a los previstos en principio. Y pese a ese exceso de oferta aún se siguen construyendo y proyectando nuevas desaladoras, que aumentarán todavía más ese exceso de oferta.
El precio que está alcanzando el agua, supone, en ocasiones que las actividades que más consumen (agricultura), y que mueven importantes volúmenes de dinero (agricultura intensiva), entren en competencia con las actividades agrícolas tradicionales y menos rentables, que suelen acabar en que el agua que hace posible la agricultura tradicional, normalmente en el interior, acabe en manos de Comunidades de Regantes que se dedican a la agricultura intensiva en el litoral, esto puede ter como consecuencia el abandono de las formas de agricultura tradicional, lo que aparte de los problemas sociales y económicos que supone, puede contribuir a incrementar los procesos de desertificación, tanto física como humana, del interior de la provincia.
Otro problema es de la calidad de las aguas, zonas húmedas, como la Albufera de Adra, la Balsa del Sapo, el pantano de Cuevas,… tienen graves problemas en la calidad del agua debido a actividades humanas, agricultura en los dos primeros casos y ganadería en el segundo.
Las aguas subterráneas, siguen padeciendo el problema de la sobreexplotación, que en la actualidad se debe, desde nuestro punto de vista, en gran parte a una mala gestión, por ejemplo, es difícil explicar como Almería capital sigue extrayendo agua para abastecimiento del Campo de Dalías, acuífero sobreexplotado, mientras la desaladora de la Capital funciona bastante por debajo de su capacidad. A este problema hay que unir el de la contaminación que produce la actividad agrícola o las edificaciones en diseminado que al carecer de conexión con el alcantarillado, usan fosas sépticas que producen una contaminación difusa sobre el acuífero.
La depuración de las aguas residuales es otra de las asignaturas pendientes. Si bien hay que reconocer los avances en los últimos tiempos, todavía hay muchas carencias. Por ejemplo, apenas hay depuradoras que lleguen al nivel terciario necesario para poder reutilizar con garantías las aguas depuradas, y ningún Ayuntamiento se plantea todavía la creación de una red que permita la utilización del agua una vez depurada para riego de zonas verdes y jardines, con lo que nos encontramos la paradoja de que se pueden estar regando los parques y jardines con aguas potables, y las aguas depuradas se ceden a un campo de golf, que si dispone de la red de riego que le permite la utilización de agua depurada, ¿Por qué no se crea una red semejante en las ciudades que permita la utilización del agua depurada para el riego de parques y jardines, sobre todo teniendo en cuenta que son los vecinos los que pagan la depuración del agua?. Lamentablemente, la situación en este tema no es buena. Todavía hay pueblos en el Andarax que arrojan sus aguas residuales sin depurar al río, o depuradoras que solo disponen de un primario o un secundario que acaban arrojando el agua depurada a medias en cualquier sitio, a la rambla cercana, al mar,…
Podríamos seguir hablando de las tareas pendientes, pero no solo hay malas noticias. La concienciación ciudadana con respecto al tema del ahorro del agua es cada vez mayor. Los consumos de las ciudades se mantienen o disminuyen, en parte debido a las mejores en las redes, pero también a la concienciación ciudadana sobre la necesidad de ahorrar este escaso recurso. Todavía falta que las instituciones, como la Agencia Andaluza del Agua y los Ayuntamientos, se impliquen más en el tema de la gestión del agua, y además de llevar a cabo medidas de ahorro, se preocupen de verdad por la calidad de las aguas, mejoren los sistemas de depuración y lleven a cabo políticas más racionales sobre la gestión de la oferta y la demanda del agua.
De todos estos temas y de nuevos instrumentos de planificación en el marco de la Directiva Marco de Agua se va hablar en la VII Fiesta del Agua en Andalucía, que se celebrará en primer fin de semana de Abril en Almería.
Acuíferos vivos
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