El Ayuntamiento de Níjar y Emanagua permiten que se pierdan millones de litros de agua desalada dentro del Parque.
La dejadez e irresponsabilidad del Ayuntamiento de Níjar y de la empresa municipal de aguas, Emanagua, ha provocado a lo largo de los últimos 6 meses el vertido de miles de metros cúbicos de agua procedente de la desaladora de Carboneras, cuyo precio, recordemos, no es precisamente barato y su coste ecológico es bastante alto al ser producida con un gran gasto de energía eléctrica y generar una salmuera de difícil gestión.
Las pérdidas se han producido de forma sistemática en la barriada de Las Presillas Bajas, en el corazón del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Esta barriada ha sido la última en conectarse al agua de la desaladora durante el pasado invierno y desde entonces, las roturas de las antiguas tuberías del pueblo han sido constantes. Con una media superior a una rotura por semana.
Las molestias para los vecinos y sus quejas han sido ignoradas por el consistorio, que no da la orden a la empresa de cambiar completamente el sistema de distribución. La empresa mientras tanto se limita a reparar las roturas con una eficiencia bajísima, que provoca que los mismos tramos de calzada hayan sido levantados ya decenas de veces y que las averías se vayan trasladando metro a metro. Cambian un metro de tubería y se rompe la antigua por la unión con la nueva. Y así de forma constante.
Ha habido inundaciones costosísimas para algunos vecinos, roturas de tuberías internas de las casas por las subidas de presión que se producen y continuas molestias para la vida de los habitantes y turistas del pueblo que ven su calle principal cada dos días abierta, sin poder transitar por ella y sus grifos sin escupir ni gota habitualmente desde la tarde hasta el medio día siguiente.
El domingo pasado se realizó una reparación, el lunes estaba rota la tubería diez metros más allá. El martes se arregló, hoy miércoles vuelve a estar rota. Y esta situación ha sido constante durante los últimos 5 meses, provocando los mayores problemas durante el verano ya que la población de la barriada se multiplica por 10.
La razón de este despropósito es muy simple: el contrato entre el Ayto. y Emanagua cubre las reparaciones pero no las renovaciones. Emanagua está obligada a arreglar las roturas pero el cambio total de las tuberías tiene que ser ordenado y pagado por el Ayuntamiento. Y el Ayuntamiento no quiere asumir ese gasto.
Consideramos que el coste de todas las reparaciones para la empresa ya supera con creces lo que hubiera supuesto la renovación total en su momento. Recordemos que cada vez que hay una avería se movilizan varios operarios y una excavadora, sea el día de la semana que sea (muchas de las roturas se han producido curiosamente en sábado por lo que las reparaciones se han realizado en domingo).
En solidaridad con los vecinos, Ecologistas en Acción y Amigos del Parque piden al Ayuntamiento y a Emanagua que ponga fin a esta lamentable situación y que sean responsables con el bienestar de sus conciudadanos y con el derroche de los recursos del municipio.
Asociación Amigos de Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
Ecologistas en Acción
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